El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer un arancel de 25% a México y Canadá, lo que tendría un impacto económico significativo, principalmente en el sector automotriz. Según el secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, esta medida podría resultar en la pérdida de 400,000 empleos en EE.UU. Solo las tres principales empresas automotrices que operan en México, General Motors, Ford Motor Company y Stellantis, serían gravemente afectadas.
La amenaza de los aranceles no solo impactaría a los socios comerciales de EE.UU., sino que afectaría directamente a los consumidores estadounidenses. Ebrard explicó que, según las consultas realizadas con directivos de estas compañías, cada camioneta pick-up importada de México a Estados Unidos tendría un aumento de alrededor de 3,000 dólares, lo que afectaría a millones de consumidores.
El comercio entre México, Estados Unidos y Canadá representa una parte vital de la economía regional, y la imposición de aranceles podría fragmentar la actividad económica en lugar de fortalecerla. Ebrard subrayó la importancia de continuar con la integración económica y comercial en América del Norte, buscando una mayor colaboración en áreas clave como seguridad, migración y gobernanza regional.
México se mantiene firme en su postura de aumentar la cooperación económica y buscar acuerdos que favorezcan a toda la región, más que caer en una espiral de tarifas y bloqueos comerciales. Recordó que en el pasado, una medida similar impulsada por el presidente Richard Nixon en 1971 duró solo cuatro meses debido a las severas repercusiones económicas que causó.
Ebrard también señaló que las grandes empresas automotrices de EE.UU., que dependen de México para la producción y ensamblaje de piezas automotrices, serían las más afectadas por estos aranceles. De hecho, los sectores automotriz, aeronáutico, financiero y agropecuario coinciden en la necesidad de evitar una guerra comercial que termine perjudicando a ambos países.
Frente a esta situación, el gobierno de México ha acelerado sus negociaciones para renovar acuerdos comerciales con otros socios globales. México busca diversificar su comercio y fortalecer su presencia en mercados como Brasil y la Unión Europea, además de intensificar los intercambios con países asiáticos.
Aunque el gobierno de México está dispuesto a colaborar con Estados Unidos en cuestiones de seguridad y migración, también está firmemente comprometido con proteger sus intereses comerciales. Si la amenaza de los aranceles se materializa, el país está evaluando sus respuestas, aunque Ebrard dejó claro que la decisión no será apresurada.
